UNA
ENTREVISTA IMAGINARIA
DE
1969, SOBRE LOS JÓVENES Y LA LECTURA
©Giuseeppe
Isgró C.
Entrevistado imaginario: Roberto
Liberti.
Entrevistador: GIC.
FECHA: 17 de Enero de 1969.
Revisión y comentarios del Sr. Jo: 04/08/2008.
Cursaba el tercer año de
bachillerado, en el Liceo Tomás Alfaro Calatraba, en la ciudad de Puerto La Cruz,
Venezuela, reconocido como uno de los mejores de la zona Nor-oriental del país,
con instalaciones, para la época realmente excelentes, en el Sector Los Cocos,
adyacente al Paseo Colón, frente a la Bahía de Pozuelo, una de las más hermosas.
El Liceo T.A.C., tenía, con seguridad, el mejor cuerpo de profesores, de la época.
El facilitador de la Materia, el Castellano, era el Profesor Ramón Rodríguez
Bello. Su oratoria, es una de las mejores que he tenido ocasión de admirar a lo
largo de mi vida; el dominio del tema, realmente profundo, le imprimía, a sus
clases, un carácter magistral. Era un auténtico aprendizaje integral, en cada
una de sus clases. Sentado, como siempre ha sido mi costumbre, en primera fila,
no perdía ni una palabra de la exposición. Por esa época, por los constantes
ejercicios que practicaba sobre la atención plena, era capaz de repetir una
clase, virtualmente completa, si el profesor lo hubiese solicitado, como, en
efectos, una noche lo hizo el profesor de biología, cuando me pidió que le
repitiese una clase sobre la anatomía del Saltamonte, que acababa de terminar.
Eran las vacaciones de diciembre, en
1968, y el prof. Rodríguez Bello encargó como tarea vacacional decembrina, un
extenso trabajo sobre diversos temas del pensum, que me ocupó, desarrollarlo, un
cuaderno completo, que siempre he conservado, por alguna razón. A lo largo de
los años, en varias ocasiones, al topármelo, al hurgar en mi archivo antiguo,
lo he vuelto a releer, con cierta emoción. Quizá porque me hace conocer mejor a
aquel joven, que uno era, más de cerca. Al releer sus pensamientos, la forma de
la caligrafía, el estilo de su prosa, el alcance de los enfoques, lo que ya sabía
y lo inmenso más que ignoraba, permite vislumbrar los orígenes de dónde se comienza.
Eso tiene un valor que solamente con el pasar de los años se aprecia; es una especie
de reencuentro consigo mismo. Por eso es tan importante conservar las primeras creaciones
del pensamiento, al margen de su mucho o poco valor. Denotan la propia realidad
y es importante por sí misma. Esto, porque, con el tiempo, la mente se va
centrando en nuevas páginas que la vida nos ofrece, pero, al releer las
antiguas nos damos cuenta de que, para llegar a donde nos encontramos, tuvimos
por pasar por la escritura de las más antiguas páginas de nuestra vida, que
enunciaban las tendencias y los probables caminos que se habrían de recorrer en
el futuro.
Por cierto, como un dato de gran
interés para mi, en aquella época solía escribir poesías, de las cuales, en 1971
haría una selección, incluyendo unos pocos ensayos, que intitulé El Retorno a la
Natura. El insigne locutor de la época, Antonio “Totoño” Lara, en su programa “Atardecer
Poético”, a las 6,00 pm., de los domingos, por Radio Puerto La Cruz, con frecuencia
recitaba una poesía mía. Recuerdo algunos títulos: Luz, Evolución, Poema a la comprensión,
El retorno a la Natura, Las Rosas, Las lagrimas de un Payaso, Poema que la vida
escribe, A ti que lento pasas y siempre estás presente, Poema a lo que existir no
puede, entre tantos otros.
Si en el día de hoy ya no escribo poesía, y lo
hago en prosa, lo debo al prof. Rodríguez Bello que me orientó, o aconsejó, en este
sentido. Ya no dejé de escribir en prosa, y únicamente, en raras ocasiones he
escrito poesías, aunque la vena poética, si alguna vez se tuvo, jamás se
pierde, ya que, de vez en cuando, vuelve a aparecer, o a florecer, en
determinado grado.
Ahora, damos comienzo a la entrevista
imaginaria, a la cual le hemos añadido, a la respuesta dada a cada pregunta, un
comentario del Sr. Jo.
Señor Liberti, -dice GIC-, de
antemano agradecemos su aceptación para realizar esta entrevista, pues, su
opinión sobre temas de cultura en general –y
la lectura como hábito de vida- es de gran interés para un inmenso número
de personas.
I. GIC: Sr. Liberti, conocida es la
rebeldía de los jóvenes a las normas, usos y costumbres, dogmas sociales
arcaicos y atavismos, cuya manifestación tiende a remodelar estructuralmente la
sociedad, Cree, usted, pues, que los jóvenes, en esa emancipación se preocupan
por aumentar su capacidad cultural por medio de la lectura, o bien mantienen un
nivel cultural bajo, o en otras palabras, leen mucho, o poco?
R.L.: Bien, GIC, gracias por su
amable invitación; es una pregunta muy interesante la que usted me formula. Los
jóvenes actuales, en sus acciones hacia la emancipación de esos dogmas
sociales, o atavismos, que imperan en los usos y costumbres arcaicos, que es
preciso trascender, y que usted menciona, realmente han demostrado deseos de
superación y anhelos de resolver determinadas situaciones sociales, en cada
época, y en la nuestra, también. Ya lo decía con acierto José Ingenieros: -“Jóvenes
son los que no tienen complicidad con el pasado”. Empero, ese afán de abrir nuevos
surcos debe estar imbuido por un ideal definido, de progreso, con anhelos de belleza
en el vivir virtuosamente, con prudencia, fortaleza, templanza y prudencia. Es preciso que “las mayorías”, orienten su
preparación cultural por medio de amplias lecturas, subiéndose sobre hombros de
gigantes, como decía Isaac Newton. De esta manera, se evita caer problemas
análogos, y quizá de mayor magnitud, que aquellos en que incurrían los jóvenes de
antaño. Ejemplos de estos jóvenes los tenemos en los hippies. En otras
palabras, es preciso desarrollar la afición a la lectura para potenciar la visión
del propio porvenir que trasciendan los límites actuales de percepción, comprensión
y realización.
Comentario del Sr. Jo, 04 de agosto
de 2018: En España, entre los años 2002 y 2006, conocí centenares de personas
que se ufanaban que jamás habían leído un libro. Esto ocurrió en mis recorridos
por muchísimas poblaciones de Andalucía. Una paradoja, ya que, en la misma Andalucía,
conocí incontable número de jóvenes que son auténticos genios y personas de una
extensa cultura, gracias a sus hábitos de lectores ávidos. Esto, pese a que
muchos de ellos digan que únicamente leen autores españoles y algunos añaden: -“Y
unos pocos autores latinoamericanos”, entre ellos, solían citar, invariablemente:
Gabriel García Márquez, el más leído, Mario Vargas Llosa, Mario Benedetti, Isabel
Allende, Ernesto Sábato, y Paulo Coelho. En cambio, pocos conocían a Alfonso
Reyes, Amado Nervo, Arturo Uslar Pietri, Andrés Bello, por mencionar solamente
unos pocos. Una tarde, un grupo de chavales le afirmaban al Sr. Jo que ellos
únicamente leían a autores españoles, y él le preguntó: entonces, Homero, no te
pertenece? Conoces a Alfonso X El Sabio? Algunos ignoraban quien era. Un lector
que solamente lee autores de un solo país, seguramente, deja de leer la mayoría
de los autores que debería conocer de su misma patria, ya que, para esa persona
su mundo cultural gira, únicamente, en torno a unos pocos autores, que, en
línea general, suelen ser, apenas, un puente, para ascender a otros de mayor
envergadura y relieve. Los apegos inhiben la mente para ver en forma más amplía
todo el acervo cultural que se encuentra a la disposición de todos, como una
herencia patrimonio de la humanidad, y como un derecho y una obligación de
leer, o estudiar. Los grandes autores han sido grandes lectores, y sus
bibliotecas, superan, con creces, los diez mil volúmenes; caso contrario, su
pensamiento jamás habría alcanzado la densidad que les caracteriza. Otro tanto
ocurre con los libros de auto-ayuda: se han formado matrices de opiniones
adversas hacia los libros de literatura estimulante. Sin embargo, son obras que
amplían la visión y los horizontes existenciales. Suelen contener los métodos y
las técnicas, el arte y la ciencia del éxito en todo lo que realiza el ser
humano. Es preciso, conocer como los demás han superado las pruebas adversas de
la vida, para descubrir las grandes oportunidades que ellas contenían en sí
mismas, como fuente de experiencia y riqueza. Esto, porque las grandes crisis, además
del inherente crecimiento personal que aportan, generan oportunidades de riqueza.
II. GIC: A qué atribuye usted, Sr.
Liberti, esa falta de afición a la lectura, en algunas personas, mientras que otras,
son ávidas lectoras?
R.L.: Al tener un joven tendencias
o actividades que no se corresponden a ideales definidos, su existencia se
desarrolla en un estado de inacción mental, estancándose en determinado estado,
durante el cual se adormecen las facultades mentales; mientras permanecen
adormecidas, la afición de la lectura es muy poca o nula. Sin embargo, quien logra
vislumbrar el camino por cuya senda habrá de persistir el resto de su ciclo existencial,
desea conocer lo que han logrado sus antecesores, recorriéndolo. Ese interés le
motiva a leer biografías de personajes ilustres, las obras de ingenios de grandes
triunfadores, científicos, economistas, artistas, pensadores, y tantos otros, para
ampliar su propio bagaje y estar preparados para superar cada tramo del camino.
Comentario del Sr. Jo: Dante
Alighieri, desde muy joven, leyó los clásicos griegos y latinos, que durante el
oscurantismo medioeval se habían olvidado; igualmente hizo Giovanni Boccaccio y
Francesco Petrarca, razón por lo cual, al dar nacimiento al Humanismo, en el
siglo XIV, en Florencia, contribuyeron a recuperar un legado olvidado, de la
cultura clásica, que desembocará en el Renacimiento italiano, en primeras
instancias, y que, posteriormente, se extenderá por toda Europa. Dante, se
ejercitaba en la traducción de los clásicos; igualmente, otro tanto hizo
Marsilio Ficino, que tradujo a Hermes Trismegisto, Platón, Aristóteles, Plotino
y tantos otros. La lectura de los clásicos da consistencia al propio
pensamiento. Se, observa claramente en Salvatore Guasimodo: su estilo poético
cultivado en elevado grado desde muy joven, con la lectura de los clásicos, le
imprime, a su pensamiento, amplitud en las ideas y riqueza de contenido con
agudeza penetrante en todo aquello en que centra su inteligencia.
III. GIC: Dado a que algunos leen
poco, qué consecuencias cree usted que derivan de ello?
R.L.: La lectura es el medio por el
cual cualquier persona aumenta su capacidad intelectual y mental, y además
adquiere una visión más amplia de la vida. Entre quienes no leen, las ochenta o
más millones de células o neuronas que conforman su cerebro, -y los centros direccionales inherentes de
su mente-, se atrofian, adormeciéndose las facultades intelectuales,
teniendo, por ende, la persona en cuestión, menor capacidad y visión para
lograr una superación exitosa en la sociedad en que vive.
Comentario del Sr. Jo: Las lecturas
amplias y variadas constituyen ventanas que se abren en un radio de 360 grados,
que permite ver lo que existe a nuestro alrededor, es decir: percibirlo, comprenderlo
y realizar lo inherente. Es preciso realizar el cultivo del propio ser por
medio de la lectura de ensayistas modernos, los poetas contemporáneos de
nuestra patria y a nivel mundial, las biografías de los seres trascendentales,
que nos colocan en contacto con sus inquietudes, las vicisitudes de la vida que
afrontaron y como las transmutaron en fortalezas. Luego, la lectura de las
obras de los grandes pensadores de todo país y época, nos inserta en la gran
conversación universal, permitiendo que se conozca lo que pensaron las grandes
mentes, en toda época y hacia donde tiende el progreso de la humanidad. Ese
conocimiento permite tomar las riendas de la propia vida, eligiendo el rumbo,
conscientemente, hacia el que queremos orientar la propia existencia y nuestras
realizaciones personales. La Odisea, de Homero, la Apología de Sócrates, y el
Fedon, de Platón, la Ética y la Poética, de Aristóteles, los Caracteres, de
Teofrasto, las Vidas Paralelas, de Plutarco, las Eneadas, de Plotino, los
Tratados Morales de Séneca y Cicerón, el Quijote, de Cervantes, los Miserables,
de Víctor Hugo, el Libro de los Espíritus, de Allan Kardec, el Manual del
Aprendiz, de Aldo Lavagnini, la Incógnita del Hombre, de Alexis Carel, las Crisis
Espirituales del Hombre, de Paúl Brunton, las Fuerzas Morales, de José
Ingenieros y las leyes del Éxito, de Napoleón Hill, son obras cuyas lecturas
transforman vidas.
IV. Cree usted, Sr. Liberti, que en
los momentos actuales el índice de jóvenes que leen es superior o inferior, y
de qué medios, además, disponen ellos para aumentar sus alcances de lecturas?
R.L.: A raíz de la emancipación de
que se hablaba al inicio, y paralelamente a los jóvenes que en los momentos
actuales se han constituido en un problema para la sociedad, como son los
hippies, los inadaptados juveniles y otros, hay un numeroso grupo de jóvenes
con ideales definidos cuyo índice de lectura es muy amplio y supera el de los
jóvenes de años anteriores. A este grupo, gradualmente, se adhieren otros,
aumentando cada vez más el flujo de los que leen; además, existen hoy en día,
muchas oportunidades de estudios antes inexistentes, programas culturales y
campañas realizadas por Editoriales cuyo fin principal es poner al alcance de
todos libros de reconocidos autores, y esto, pues, permite a todos aumentar sus
medios de lecturas. Además, las
exigencias de la sociedad son cada vez mayores, involucrando la necesidad de
que los jóvenes lean más: Auto-ayuda, economía, ciencia, psicología, Derecho, los
clásicos de toda época y país, la gerencia moderna, el arte, los ensayos de los
grandes pensadores, la historia, los clásicos, la poesía, la historia, entre tantos
otros temas más.
Comentario del Sr. Jo: Félix Vargas
Chacón, en su obra: 40 años en el delito, cuenta como la lectura de Las fuerzas
Morales y el Hombre Mediocre, de José Ingenieros, tuvieron la fuerza y la
virtud, de ayudarle a rehabilitarse, comenzando a vivir una vida virtuosa. Sin
duda, por el nivel de personajes con quien llegó a tratar, en su vida, debía
ser poseedor de un Espíritu para nada vulgar, aunque haya transcurrido una vida
por sendas inadecuadas. Empero, el mensaje moral de ese gran maestro
italo-argentino, José Ingenieros, tuvieron el inmenso influjo de ubicarlo en el
recto camino. Incontable número de personas han enriquecido integralmente sus
vidas leyendo la obra: Piense y Hágase Rico, de Napoleón Hill, o El Nuevo arte
de vivir, o El Poder del pensamiento positivo, de Norman Vincent Peale, o Todo
es posible, o Usted puede convertirse en la persona que desea ser, de Robert
Schuller, o las Fábulas de Esopo, que transformaron la vida de Abraham Lincoln,
o Viaje hacia la Vida, y las fábulas intituladas: Una volta…in qualche luogo…,
de Giovanni Mastromonaco, que presentan una enseñanza que habrá de influir en
un sinnúmero de jóvenes de generaciones futuras, o Los mandamientos del Abogado,
de Eduardo J, Couture, o el Alma de la Toga, de Ángel Osorio, que tanto han
inspirado a diversas generaciones de juristas. Simón Bolívar, es un ejemplo
vivo de cómo sus tempranas lecturas de Las Vidas Paralelas, de Plutarco, e
incontables otras, maduró su pensamiento de estadista a nivel de genio
incomparable; José Antonio Páez, desde sus tempranas lecturas, en el libro El
método de los Palotes, del prof. Palomares, cuya síntesis de pensamiento
esencial de los grandes autores griegos y latinos, entre tantas otras obras,
desde la Ilíada y la Odisea, de Homero, como es fácil deducir de su extensa
visión y cultura, como lo denota su Autobiografía, clásico continental, son
ejemplos vivos de el influjo modelador de la lectura.
V. GIC: Qué podría referirnos
usted, Sr. Liberti, de su evolución personal en el campo de la cultura?
R.L.: Al igual que muchos jóvenes, me
inicié leyendo suplementos (Comic) y novelas del Oeste americano, en gran
cantidad, un promedio de tres diarias, de autores como Marcial La Fuente Estefanía,
Zane Grey, C. Torres, Silver Kane, entre tantos otros. Todas ellas tenían algunas
características comunes: Héroes profesionales en un ambiente de poca cultura,
gente con valores morales acentuados, en un oeste americano donde imperaba de
todo, y el reflejo constante de cómo la justicia y el bien, triunfaban siempre,
que fueron para mí un buen comienzo para despertar el anhelo, antes de dos años,
de leer obras más densas. Luego pasé a leer buenos autores como Alexis Carrel,
José Ingenieros, Amado Nervo, Confucio, Paul de Kruif, etc. Sabe quien estimuló
en mi el ideal de la cultura, en mayor grado, en los inicios? Una mujer de edad
avanzada, aparentemente de poca cultura y humilde, pero de cuya capacidad
intelectual guardaría memorable recuerdo en mi mente. Conocía las obras de
Amado Nervo ampliamente; siempre recitaba el poema que Nervo escribió a Kempis,
de gran influjo motivador; conocía algunos autores teósofos, las obras de Allan
Kardec, y una gran experiencia adquirida en la faena diaria de la Universidad
de la vida. Era una fuente constante de entusiasmo y optimismo, que solamente
se pueden desarrollar alimentando el Espíritu con la lectura de obras de
eminentes autores.
Comentario del Sr. Jo: Lo
importante es comenzar a leer, dando el primer paso; el gusto y la exigencia se
van despertando gradualmente, a medida que se perfecciona y se anhelan manjares
más exquisitos. El cuerpo y la mente quieren más de lo que se le da, es un
axioma universal. Es como un ascenso a la colina; mientras más se asciende más
lejos se ve y se van descubriendo otros autores. De cada autor que agrada, se
desea leer todo lo que ha escrito y se van rastreando sus obras. La vida de Benjamín
Franklin, su autobiografía y su libro El hombre de bien vivir, ejercieron gran
influencia en mi vida desde temprana edad. Ralph Waldo Emerson, Tomás Carlyle,
Lao Tse, Confucio, León Denis, H. Anmoreca, Paúl C. Jagot, Hermann Hesse, G. P.
Nepomniasky, Sidharta Gautama, Amalia Domingo Soler, Allan Kardec, Madame
Blavasky, C. Jinarajadasa, Peter Drucker, Dion de Prusa, Homero, La Bruyere, e
incontables otros, fueron siendo mis compañeros en tiempos de ocio creativo,
diariamente.
VI.: GIC: En conclusión, qué
soluciones o recomendaciones sugeriría usted a los jóvenes de todas las edades,
para obtener afición al estudio y éste a su vez logre estimularle al logro de
una mayor cultura?
R.L.: Lo más importante, y
fundamental, en la vida de toda persona, es la existencia de un ideal: un recto
propósito existencial que funja de faro que ilumine el camino y señale el norte
de la propia vida, y los demás linderos dentro de los cuales es preciso ceñir
los pensamientos, los sentimientos, las palabras y las acciones. Visualizar el
ideal es lo primero que los jóvenes precisan hacer; luego, trazarse una meta de
acuerdo a ese ideal, que contenga objetivos a corto, mediano, largo y macro
plazo. Dado que todo ideal, para su culminación exitosa exige preparación, esa
necesidad es la que llevará a los jóvenes a leer más; y como lo que se lee es sobre
lo que más agrada, pues armoniza con nuestro ideal, gradualmente va naciendo el
amor a la lectura y a una mayor cultura.
Comentario del Sr. Jo: La necesidad
abre el camino y el entusiasmo genera el poder para recorrerlo. Es preciso dar
el primer paso: La lectura de diez mil libros empieza leyendo el primero; luego
es cuestión de hábito. Una vez que se despierta la pasión por la lectura, esa
fuerza interior, el anhelo de conocer, activa la voluntad para una búsqueda
incansable ya se convertirá en una actividad incesante ad infinitum. Mientras
más se lea, más se querrá leer, y más fácil resultará. Con el tiempo, se va
siendo más exigente con lo que se lee, y más que cantidad, lo que se anhela es
la calidad. Leer pasará a ser como un alimento indispensable cada día; y lo que
se lee inducirá a una meditación constante sobre los más diversos temas
existenciales, para encontrarle un significado a la vida, una razón de ser a
todo. Solo de esta manera se podrá vivir una vida con sentido, conscientemente,
con dominio de los sentimientos, con conciencia clara de los valores
universales y de las leyes cósmicas que rigen todo, y que se encuentran en la
propia conciencia. Al final, lo importante de todo, se aprende a leer en el
libro de la vida y a descubrir el sino de los tiempos, el alfa y el omega, la
razón y el por qué de todas las cosas esenciales en un universo en eterna
expansión creadora, sin límites y estancamiento de ningunas especies. Se
aprende a no apegarse a nada, para permitir que fluya, en la propia vida, todo
lo que la inteligencia infinita tiene dispuesto que fluya en abundancia en la
eterna primavera de la vida.
La conexión con la fuente
universal, desde el propio centro vital, permiten leer en la propia conciencia,
con el lenguaje de los sentimientos de los valores universales que utiliza el
Gran Pedagogo, la Gran Verdad, en el eterno ahora. El maestro es el Creador
Universal, la enseñanza: lo sabiduría de los valores universales, que se va
escribiendo en el libro de la conciencia con materiales eternos e
indestructibles. Nos percataremos, oportunamente, que todo lo poseemos ya, en
estado de potencialidad infinita. Solamente nos falta la experiencia para
percibirla; las necesidades permiten aflorar el poder creador potencialmente
infinito que poseemos, en magnitud equivalentes a las pruebas afrontadas, que a
su vez, hará aflorar el conocimiento del qué, del cómo, del quién, del cuándo,
del dónde, del cuánto y del por qué. La experiencia es la expresión gradual de
la eterna sabiduría, que se manifiesta como aptitud y actitud, como carácter e
inteligencia; como conciencia cósmica.
Adelante.
PD: Sr. Jo, es un pseudónimo de Giuseppe Isgró C.